dilluns, de juliol 31, 2006

L'activista descregut (i cansat)

Jo no escric sobre la situació al Líban. No vol dir que no hi pensi sovint i en parli amb els meus iguals, sempre via oral. Però la ràbia que sento i la prudència em fan ser especialment caut a l'hora d'expressar la meva opinió per escrit. Així que jo del Líban, o millor, d'Israel, em reservo el dret de la paraula. Me la menjo amb patates, perquè sé que la meva opinió no és especialment constructiva.

Estem tots aquí ajeguts, perqué donem igual. Els civils de Qana també donen igual. Palestina dóna igual. Iraq. L'equació és senzilla: Els senyors de la guerra necessiten vendre armament, els senyors de la guerra necessiten comprar armament i necessiten buidar els seus magatzems d'armament tecnològicament obsolet. Nosaltres ens ho mirem per T.V. i mirem anuncis entre telenoticies i telenoticies. Que sapiguem detalls, tristament, dóna igual. Els amos del món necessiten moure stock armamentístic i ho faran tan sí com no. L'opinió pública els hi és ben igual. Ja no fa/fem por. De fet, mai s'han preocupat excessivament de nosaltres. Ells es van inventar els ganivets de premsa i comunicació, generadors d'escuses cada cop menys convincents, més vagues, perquè s'han adonat, ves quina cosa, que dóna exactament igual si ens els creiem o no. Sí, tots vivim amb estupefacció i indignació el desastre. Tots hem d'escriure almenys un post expressant la nostra frustació. Tots ens treiem de la màniga teories i anàlisis, links i recontralinks, llàgrimes de cocodril. Però a mi ningú em podrà convèncer que el nostre activisme o la nostra apatia, la nostra acció o innacció, facin moure un mil·límetre la lògica de la guerra. Donarem sempre igual, excepte quan ens cridin a files. Aleshores serem uns herois per defensar coses que ens són igual a nosaltres. Conceptes com pàtria, venjança, victòria, orgull, història, religió. Ja no puc imaginar que algú organitzi una guerra i ningú hi vagi.

Mala vida.

**

El Líban i Riverbend.

**

Querido Gatopardo, he quitado el link de la discordia, aún no entendiendo qué le parece mal del párrafo que lo contenía. Yo apuesto a que su disconformidad estriba en el hecho que quizás trato de manera frívola el conflicto en el Líbano, y que voy jugando a sacarme frases literarias de la manga cuando el horno no está para bollos, mientras cometo la frivolidad de hablar de mí mismo, adulándome.

Pues para mí la frase de Egloff no es una estupidez. Explica bien cómo me siento yo ante lo que hay. Yo vivo, aunque en el Líbano maten a familias enteras y el mundo colapse a nuestro alrededor. ¿Cómo sobrellevar esto? Ya basta del sentimiento de culpa católica. Y no, ese "Yo" no es Subal Quinina o el Autor. Ese "yo" somos todos nosotros, que, sentados o no en el suelo o luchando por las calles a favor de la paz o escribiendo verdades en Internet, nunca seremos tomados en cuenta. Entonces me imagino a un libanés sentado en los escombros de su casa, y ante la pregunta "qué hago yo aquí sentado en el suelo" decide levantarse para colocarse una bomba en el pecho e ir a reventarse en cualquier ciudad israelí. Y es una opción, sin duda lo es. Ahora bien, la frase final del párrafo que usted considera estúpido lo dice bien claro; "Jamás se ha visto que brotara luz de las grietas". Pues eso, nuestro libanés se levanta del suelo y se destroza en un autobús israelí. De las grietas de su casa destruida no brotará más luz que la de una deflagración. Y volvemos a empezar. Un hermano de un israelí asesinado en un autobús está sentado en su casa. "Qué hago yo aquí, sentado en el suelo". Me voy de voluntario al sur del Líbano, y se van a enterar. Etcétera.

Mientras tanto, los señores de la guerra preparan nuevas comandas, y nuestros fondos privados y anónimos de pensiones crecen y crecen. Judíos y árabes, europeos y gringos, hermanos de cuentas con muchos ceros. La mano invisible paga sus dividendos. Sonrían para las cámaras.

Y respeto a mi yo-mí-me-conmigo, quizás si yo fuera libanés, bagdadí o israelí no me diría lo mismo. Pero tengo la (dis)suerte de vivir en un país anestesiado (más anestesiados están los países árabes y la comunidad internacional en general, triste consuelo). Y sí, qué quiere, no tengo más imaginación que la tengo, o sea, poca, muy poca. Y no, ya se lo dije, no me trate usted de escritor. La profesión no necesita más solipsistas engreídos. Usted lo abe y yo lo sé. Me limito a escribir en un puto blog. De gratis. De todos modos, dado que el motivo último de su queja era el de aparecer lincada en ese pantoche que yo creo que es simplemente vida, mi vida (una cosa no monotemática donde conviven las cosas más livianas con las más brutales), pues le quito el link y listos, y tan amigos o tan enemigos, como usted tenga a bien considerarme.

El link de Bolaño ya lo había visionado, gracias por el aviso, de todos modos. Y no nos vamos a hacer ricos en la tele. Qué le vamos a hacer.

Otro abrazo

ps.- me hubiera gustado mantener esta conversación por correo privado, pero dado que usted usa el sistema de comentarios, pues yo también.